Busco en tu alma la dicha deseada
que sacie la perpetua ansia que tengo,
a tu mar interior rendido vengo
y despertar contigo en la alborada.
Me enloquece el sentirte enamorada
y en tu boca afanado me entretengo,
y en mi abrazo profundo te retengo
cuando al amor te entregas desatada.
Tú me das generosa la ternura
que se oculta en un alma apasionante
toda plena de luz y de dulzura,
vistiendo de alegría mi semblante.
A tus besos acude con premura
un corazón pletórico y amante.