«La escribes conforme a tus antojos o criterios. La Historia Universal no tiene dos lados frente a sus testigos: gusta, es deplorable, narras sus hechos sin retoques, satirizas, glorificas, perviertes, le das rasgos épicos, trágicos y festivos a veces. Eres [impulsado por circunstancias diversas] quien procede acomodar sucesos según tus conveniencias»
(Alberto JIMÉNEZ URE)