Jaime Calaforra

El insomnio

En la noche inmensa,
mientras yazco despierto,
el silencio tiene su reino muerto.
Si cierro los ojos,
o si los abro, mis pensamientos
a abismos hambrientos,
y enredados, como la víscera rojos,
me deslizan,
y sus tripas tristes y cenizas,
del semblante de enfermizas cales,
son un laberinto de confusas trizas,
e inmensas como catedrales.