Adivinación, Aeromancia o acromancia, Alectoromancia o alectryomancia, Aleuromancia, Alfitomancia, Antropomancia, Aritmancia, Astragalomancia o astragiromancia, Astrología o Astromancia, Axinomancia, Belomancia, Botanomancia, Bronquiomancia, Capnomancia, Cartomancia, Catoptromancia o cristallomancia, Cefalomancia o cefaleonomancia, Ceromancia, Chalcomancia, Cleidomancia, Coscinomancia, Cromniomancia, Cristalomancia, Dactilomancia, Dafnomancia, Escapulamancia, Esciomancia, Eskataromancia, Estereomancia, Espatilomancia, Esplancnomancia, Esticomancia, Esternomancia, Extispicia, Fractomancia, Gastromancia, Geomancia, Giromancia, Haruspicia, Hepatoscopia o hepatomancia, Hidromancia, Hidatoscopia, Kapnomancia, Katoptromancia, Kefalonomancia, Koskinomancia, Krizomancia, Lampadomancia, Libanomancia o knissomancia, Lizomancia, Lecanomancia, Logaritmancia, Macaromancia, Margaritomancia, Metoposcopia, Molibdomancia, Mirmomancia, Necromancia, Oinomancia, Omfalomancia, Oniromancia, Onomancia, Onicomancia, Ornitomancia o orniscopia, Ovomancia, oomancia u ooscopia, Papiromancia, Pegomancia, Podomancia, Psicometría, Piromancia o piroscopia, Quiromancia, Radiestesia, Rabdomancia, Rapsodmancia, Rumpología, Sideromancia, Sicomancia, Taseografía o teaseomancia, Tefromancia, Theriomancia, Tiromancia, Tiromancia, Urim v’tumim, Uromancia…
De las artes adivinatorias, de todas las “mancias” conocidas y por conocer, solo una porta algún sentido en mi vida y en mis sueños y esa es la “Claudiamancia”:
O el arte de adivinar mi felicidad;
pasada, presente y futura,
a través de la lectura de las formas de tu cuerpo,
ese hermoso instructivo escrito en Braille,
a propósito de mis alegrías y mis nostalgias,
por cualquier dios profano
o por la genética al azar…
Imaginar mil fantasías saltando entre los dedos
de tus manos, colgando mis sonrisas de tu pelo,
besando tus mejillas, bebiendo de tus labios
la humedad que cure mis sequias, bajando
hasta tu pecho a coronar con besos y caricias
las cordilleras de tu geografía, dejándome fluir
por tus abismos, sembrando una semilla
allá en la sima de tu entraña, cayendo sin aliento
a bendecir cada milagro en los altares de tu cuerpo…
Buscar en la luz de tu mirada
ese faro que me guía y en la constelación
de tus lunares, mi mapa de navegación,
a través de los oleajes de tu pecho y
las llanuras de tu vientre,
deslizar la caravana de mis dedos
por las rutas de la seda de tus muslos y
encontrar mi camino a casa
en la encrucijada de tus piernas…
Saber que fuiste forjada con la horma exacta
de mis deseos y mis pasiones
o tal vez haya sido viceversa…