Descarada gemía, suplicaba.
Suspirando acechaba tras mi puerta.
Explayose con gritos: ¡estás muerta!
¡La insidiosa matarme deseaba!
No izaré muros contra la mar brava,
lujuriosa mujer de fama incierta.
¡La manceba, una dama en sexo experta,
con destreza infiel, luto dibujaba!
Ni una lágrima mía vale \"el perro”
ni una lágrima por él vertería.
Exhortando cordura, a esta me aferro.
Mujer mundana: vence tu porfía,
mas de su amor serás presa, en tu encierro,
doblegada, obtendrás su tiranía.
¡Mascaritas de orgía!
Feromonas cubiertas de oropel
ansiosas por gozar de un carrusel.
©María Teresa Fandiño
Poema registrado, incluido en mi poemario: \"Alma gemela\"
La Coruña 30/12/2018