ENTRE NOCHES Y DÍAS (retocado)
Al desvanecer el rojo arrebol
de la tarde, con él consulté.
Aparecieron las estrellas,
dialogué con ellas.
Al llegar la aurora del amanecer
una larga charla tuve.
Con anhelosa angustia les pregunté
sí me amabas.
Todas me dijeron,
Que con inmensa pasión
me idolatrabas.
Al preguntarles que como lo sabían,
a coro contestaron,
Que, al disiparse el crepúsculo,
las noches sabían, que suspirabas
al sentirme cerca,
solo qué vergüenza te daba,
Y no me lo decías.
A la luna con angustia pregunté,
Si también sabía del amor
que te embargaba.
La muy pícara guiñando un ojo
con una sonrisa contestó.
Hace mucho que todos enterados
estaban de ese amor.
El único tonto ignorante,
Eras tu
bambam