Esa noche y muchas más...
Esa noche me quedé en tu regazo...
y mi cuerpo vibró al contacto de tus dedos
me quedé sin aliento al sentirlos
caminar por mis pechos
mis senos erguidos esperaban la caricia
de tus besos, sentí tu respiración encima de mí
ya estábamos atrapados con las ganas de tenernos
y la dulce miel de tus labios en los míos,
en un abrazo los cuerpos se juntaron
piel con piel, alma con alma para amarnos.
Tu hombría me sacudió en tus brazos
y mi cuerpo se balanceo sobre el tuyo
nos meció la pasión y fuimos uno y no dos
hasta sentirnos uno en el otro con fuego y pasión.
Tu amor sublime me llevo sentir que estaba en el cielo
ardíamos como llamarada con pasión y deseo
juntándose la piel con la piel cuerpo a cuerpo
no había pudor, ni pecado solo pasión y amor
éramos uno sólo esa noche y muchas más
nos teníamos y sentíamos noches enteras
en besos tiernos y caricias ardientes
sublime excitación de dos almas
envueltas en pasiónes
que nos elevaban a la gloria del cielo,
de un amor con devoción y entregado
al deseo y las pasiónes.
Mis besos se derriten en tus labios,
tus brazos rodean mi cuerpo y ciñéndome al tuyo,
mis ojos viéndose en tus ojos,
y mi corazón sintiéndose en el tuyo,
nos juntamos como se junta la vida,
cuerpo, alma y espíritu,
amor, fuego y pasión,
yo muy tuya y tú muy mío...
conquistamos el universo
era nuestra la pasión de esa noche.
¡Amándonos cómo siempre!
Esa noche y muchas más fueron nuestras,
Entre canciones y bailes y poesía.
Nos dimos sin prisas, despacio para sentirnos,
dejando en la piel el olor a esa noche y sabiéndonos
dueños de las noches siguientes.
¿Ojos míos, viste mi desnudez?
Alicia Pérez Hernández... México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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