Llegaste en mi otoño
en un tierno atardecer
el sol iba presuroso
y te hacía resplandecer
Cuando la menguada brisa
se escurría por la campiña
quedé fijado en tu sonrisa
era preciosa, como de niña
Palabras no me salieron
pero en ti yo me fijé
tizones del corazón ardieron
y de ti me enamoré
Eres mi amor imposible
aunque nunca te lo he dicho
hiero, pues es afligible
el saber que no es capricho
Yo soy el árbol seco
cabizbajo y sin semilla
y tú exquisito verdejo
fragancia de manzanilla
Eres la bella aurora
yo soy el sol poniente
miro a la distancia ahora
con el sueño de tenerte
Eres mi amor de lejos
porque nunca entenderías
que soy un hombre en el espejo
de contadas alegrias