Apolo

1

Soy el verso

garabateado en la corteza

de un olmo;

Soy la hoja que cae

y nunca toca el césped,

una maldita semilla nueva

en el césped de Aokigahara.

 

Soy un grito

de “auxilio” que nadie

escuchó;

una botella con un poema

a un soplo de volverse polvo

que perdió su rumbo

y va de tormenta en tormento.

 

Soy un lago

-antaño cristalino-

negro y contaminado

en dónde se ahogan

quienes

se atreven a amarme, a querer salvarme.