Escuchar la voz de Dios,
da temor,
porque es el altísimo…
pensamos que su voz es imperiosa,
sublime,
gruesa y de autoridad.
Sin embargo,
hay que escucharle
para saber que pide de nosotros,
es gratitud hacer caso
y sin amagos.
Vivo de las expresiones de mi Señor
hasta que muera el sol.
Alimento mi mente
con el conocimiento de Dios,
que equivale a escuchar su voz.
Escucho a Dios
basado en el conocimiento de su Palabra
sabia y práctica,
que me acerca a la Vida eterna…
escucharle es la táctica.
Escucharle es amarle,
Él es el camino correcto.
Amarle con el alma
y con toda la fuerza de voluntad.
Amarle es escucharle
con el corazón que encamina,
con calma,
con consciente responsabilidad,
con gratitud.
_____☼♥/)_♥☼♥_____☼♥./¯\"\"\"/\')
¯¯¯¯¯¯¯¯¯)☼♥¯♥☼♥¯¯¯¯☼♥\'_„„„„
Autor: Millón Durango
________☼♥/)_♥☼♥_____☼♥./¯\"\"\"/\')
¯¯¯¯¯¯¯¯¯)☼♥¯♥☼♥¯¯¯¯☼♥\'_„„„„