Tu imagen rompe a quietud de la mañana
Y quiero ir a tu encuentro colgando de mi boca
Mil te amo que arde como el fuego
Me consumes el aire, me dejas sin aliento,
Al pronunciar tu nombre, una tempestad
De dulces sentimientos me invade el alma
Se quiebran mis deseos por un poco del néctar
De tus labios que te enredan a mis sueños,
Se minimizan de celos la luna y sol
Al saber que iluminas mi vida con solo tú presencia,
Y ahora, es ahora cuando necesito de tus manos
Que de solo rozarme desastillan mi piel
Y yo simplemente me quedo en silencio
Dejándome morir entre tus brazos
Sosteniendo con todas mis fuerzas
Las agujas del reloj, para que no pase el tiempo.