En una charca
la luna se bañaba
semidesnuda.
Desde la orilla
un lirio la miraba
con una rana.
Mientras las ondas
llevaban sus vestidos
a la ribera.
Al darse cuenta
la luna se ocultaba
avergonzada.
Croa la rana,
el lirio se cimbrea
con su lenguaje.
\"¡No, no te vayas,
nosotros disfrutamos,
de tu belleza!\"
Al escucharlos
la luna reaparece
entre las nubes.
\"¡Me llevo estrellas
que naden con mis sueños
sobre las aguas!\"
Y así pudieron
gozar de ese momento
y hasta soñar.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/05/19