En una lluvia infinita de estrellas, con el cantar de las olas, con las manos tocando aquella silueta; entre versos y parábolas, que vuelan juntó a esas lágrimas viajeras del silencio...
Háblale...
Con el olvido del silencio detenido en cada ceniza de tu anhelo.
Que tus besos toquen su silueta, aquella que desaparece en la lejanía del tiempo...
Háblale...
Que tus sueños se duerman en los rosales del silencio, entre espinas de estrellas que llueven del cielo.
Háblale al olvido...
Que el viento se lleve tus lágrimas.
Háblale al olvido...
Háblale a esa luna...
Que abrace tu dolor.
Háblale al olvido...
Que escuche el latido de tu corazón perdido en el universo.
Háblale al olvido...
Que las cenizas están volando en el cielo...
Háblale al olvido...
Que se lleve los recuerdo...
Que los sueños están duermiendo en un cofre de cristal.
Y dile al olvido; que los ángeles desaparecen cuando la fe se pierde...
Dile también, que mis lágrimas hoy son pura sangre. de un alma perdida en lo adverso de la vida...
¡Ven!, háblale de mí, dile que un día fui de carne y hueso, y, que en el olvido; me he hecho cenizas..