Con profunda consideración navego por las aguas trasparentes, serenas o agitadas de tus letras. Dulce experiencia que me regalas.
En cada escrito hay una parte de ti, algo tan íntimo que merece mi total respeto.
Admiro esa forma tan tuya de manifestar tus sentimientos, de expresar lo que sientes, tus creencias, pensamientos y reflexiones; sin tapujos, ni dobleces, con la sinceridad que te caracteriza. Bendita tu pluma ahora y siempre.
Me envuelve tu forma de describir, es tan real que puedo sentir el viento suave, el sol en su declinar, la luna en plenilunio, los sonidos de la noche o de las aves en su anidar. El aroma de las flores y el variopinto de sabores y colores.
No te canses de escribir. Plasma tu dolor profundo, la punzante tristeza, tu soledad. Tus sueños y anhelos, al amor que te eleva a los cielos o el desamor con sus desvelos. No nos prives de tu inspiración, por sencilla que esta te parezca, recuerda que lo esencial es invisible a ojo y oído humano. Solo se puede captar con la intuición y sensibilidad del corazón.
Expresaré libre lo que me haces sentir, agradecido por tu don, tu versatilidad, valentía y el preciado don de tu amistad.