Desde el columpio del jardín
El vaivén te traía brisa refrescante
Pero las nubes seguían suspendidas
Apenas se ondulaban las hojas
Siguiendo un ritmo casi mágico
Una inaudible sinfonía verde
Te miraba desde la ventana
Tus cabellos bailaban al viento
Tu mirada fija en el celeste profundo
Quería recibirte entre mis brazos
Y volar hacia el horizonte interminable