Pasión, espinas y clavos,
y el cuchillo del romano cirujano.
Cristo crucificado,
y sus brazos abiertos en abrazo.
Fue por amor su martirio
en lo más alto del Monte Calvario.
El Enviado Divino
exhalando su último suspiro.
Soy de Dios,
un concepto extraordinario.
Es un don sagrado,
el vivir con fe de iluminado.
Tres aves marías y un padrenuestro,
junto al confesionario.
Y el pan eucarístico,
en la misa que conmemora su sacrificio.