El proceso…
Como un néctar extraído a grandes masas frutales, luego de ser oprimidas para separación de fibra y jugo, extrayendo de ellas un valioso néctar, transformado en oro líquido con su verdadero sabor.
Cada día somos procesados, para ser extraídos de nosotros;
¡El mejor!
La fibra separada, repleta de experiencias de aprendizajes, compuestas con derrotas, victorias, amor y dolor, no será desechada, será reaprovechada para fortalecer a nuevos frutos.
Y el jugo será contemplado y degustado en copa de victoria, confeccionada en materia prima de resiliencia, FE y esperanza.
¡Cantemos victoria!