La tarde serena resbala
por el tobogán del tiempo
cuantas tibiezas guarda
aquel viejo rinconcíto
unas dulces palabras,
la modorra de la luna
arropa nuestros sentidos
un rumor quejumbroso de palabras
que yo nunca he escrito,
sentada el el hastial de mi casa
en el Nombre de Dios
yo le canto a la vida
esperando en el camino
esa frescura cotidiana
en el blancor de la espuma,
en aquellos valles sombríos
hoy entra la luz de la luna
por la ventana que la verdad ha hecho
rezúma, el agua en mi pecho
pétalos azules que transpiran
en los precipicios del barbecho,
las brisas del amor son mi cuna
en lo mas recóndito de mi corazón las llevo
las musas con el despertad del día
de luces y liras cristalinas
son mis suspiros, golondrinas peregrínas,
son mis sueños, musicales murmullos
estelas en la mar de la vida
tejiendo nubes en el horizonte
donde cultivo mis semillas
soy una palabra con nombre
el trigo que bajo el radiante sol
como el oro brilla...
La tarde serena resbala
por el tobogán del tiempo
para mi, la poesía se convierte
y en hacer la voluntad de Dios,
yo me alimento...