Lleva la mujer su encanto
como la flor de los prados,
con labios apasionados
y con fulgor sacrosanto.
Posee su cuerpo el manto
de sus cabellos rizados;
lleva la mujer su encanto
como la flor de los prados.
Su frescura es de amaranto,
y tiene efluvios sagrados
como los seres alados;
y cual magnífico canto
lleva la mujer su encanto.
Autor Aníbal Rodríguez.