El amor de aquella mujer no fué un amor pequeño
pues siendo pequeña, más grande era su querer
me abrió su puerta y de su corazón fui dueño
grande fué el amor de esa pequeña mujer
Radiante luz de su sonrisa emanaba
como luna llena sobre el manto de invierno
como el canto de un río que no terminaba
asi también su amor, grandioso y eterno
Grande el corazón en su chica postura
en cuya inmensidad me perdí tantas veces
me cautivó al punto de perder la cordura
yo la amé con mi vida y ella a mí con creces
Pequeña mujer que con la mirada abrogas
cuán maravilloso y apasionado tu amor
te veo más grande y más bella que todas
junto a ti no hay quebranto ni tampoco dolor