Aquí estoy.
Fuerte como un roble. Y mis raíces agarradas al mismísimo magma de la tierra.
Los huracanes me ayudan a ordenar los pensamientos, y los tsunamis me nutren de energías.
Las golondrinas revolotean a mi alrededor bautizando cada uno de mis brotes, y las abejas me vuelan después hasta los lugares adonde siempre quise viajar.
(El Chivo)