Si intentas vencer
sin desmayar,
siempre ganaras
un nuevo amanecer.
La vida heterodoxa,
reta, genera conciencia
y te indica a dónde vas.
La actitud es vencer
cruzar trochas
de madrugada, de día,
a cualquier hora,
entre riachuelos y ríos,
con la íntima luz
de tu libertad.
Paciencia
y creer en Dios
es la cura,
lo contrario es locura.
Con afán
y sin complejos
todo se concede.
La esperanza
no es un adiós,
es un encuentro
con nuestro propio yo,
especie de conciencia
que pincela el rumbo.
Y si el camino
luce escabroso,
y el objetivo
se hace lejano,
no frenes,
ve hacia adelante
con fe,
pues el intento brioso,
hará de tu plan
algo perfecto.
Al final del sendero,
se prenderá la luz
e iluminará el destino,
cuyo suiche serás tú.
Autor: Rafael Parra Barrios.
San Felipe, 1 de junio de 2019.