Sellaste mi corazón con un beso esa noche
Quede encadenado entre tus brazos,
Prisionero de tu amor,
Bebí de tu aliento me emborrache de tu perfume,
Mis manos inquietas deambulaban por toda tu geografía
Contemple tu silueta en la penumbra
Y te bese mil veces mientras dormías,
Pronunciando tu nombre fui apagando la noche
Y dije te amo antes de que mis ojos se cerraran.
En el último suspiro y casi dormido
Di gracias a Dios,
Envolví con sabanas tu cuerpo, que es,
Mi tesoro más preciado y me prepare para inaugurar
Mis sueños contigo.
Tenías razón mi querido amor,
Cuando al leer mi último poema del año
Me dijiste que este, aun no terminaba,
Y que en mi pluma imaginaria aun queda esa tinta
Sagrada con la que te escribo mi amada Cristina.