En ese jardín prohibido
donde solo nacen flores,
busqué el amor de mi vida
el amor de mis amores.
Fascinado por la esencia
de ese lugar encantado,
decidí seguir la huella
de un aroma muy marcado.
Con tallo que es alargado,
he llegado hasta la rosa,
no me importan sus espinas
esa es la flor más preciosa.
Sus pétalos color rojo
de sangre rojo pasión,
son hermosura y fragancia
que adornará nuestro amor.
De las flores del jardín
tu eres la flor más vistosa,
pues no en vano entre un sinfín
yo encontré la más hermosa.
J. Piñeiro