La despedida
Quise partir algún día de esta vida, en forma silenciosa
Hay que saber vivir y también morir en forma valerosa
Dejar atrás amigos, familiares y a ésta esposa maravillosa
Me voy para siempre, esta partida, para mí ha sido dolorosa
Ahí te dejo en tu corazón, mis quereres y todos mis amores
Parto raudo con el grito de mis dolencias y mis dolores
El jardín seguirá florecido, para tus guiños encantadores
Espero que sigas luciendo risueña y del ayer, nunca me llores
De mis enseñanzas y deberes, espero haber cumplido
Partí de este mundo, de mis andanzas comprendido
Los versos y mis poemas, se los dediqué a mi amor querido
Mi vida se convirtió en polvo, todo lo existido, ha desaparecido
En el cuarto aquel, te dejo mis olores y mis fragancias
Los escritos y los cuentos de mis pobres ignorancias
Si te quieres marchar, ponga tierra a las cortas distancias
Otros vientos soplarán, para los anhelos de tus elegancias
Su nido de amor, albergará otros ardientes corazones
Otros ramos de rosas, llenarán tu vida de atenciones
Desde el más allá, me alegrará escuchar, de amor tus conversaciones
Espero y deseo que seas feliz y entone las melodías de mis canciones
No estuve preparado para la muerte y lo apresurado de mi partida
La parca tocó a mi alma, sin abrazos, ni frases de despedida
Los días se tornaron oscuros, sin noches de amanecida
Luché con amor y valentía, que importa si fue la muerte, la que trunco mi vida
Quiero irme tranquilo, sabiendo que mis versos
Que vienen de bien adentro de mis pensamientos
Fueron esparcidos como arenas que lleva el viento
Y a los que las leyeron, algo les quedó de mi sentimiento
Espero que perduren mis poesías
Como el cielo azul de nuestro firmamento
No importa que mi cuerpo yace en un sepulcro frío y lóbrego
Y que mi alma haya partido algún lugar del infinito desconocido.
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla - Bucaramanga junio 26-2019