No hay silencio esta vez. Retornas en esta mente y ¿Qué se puede hacer?
Tendrás que volver y no parar, no bailarle a la noche,
no soñar; comenzar a vivir de nuevo. Extrañar como los dioses pueden
y morirte de ganas por todo aquello que no serás.
Se perderán entre las miradas a la luna, el palacio de los sueños y tus
manos saludando para no regresar.
Ya queda lejos este cuerpo latente en gracia, ya queda lejos de Virginia y Villarán
Los girasoles de ese cuadro pierden su color, y estas manos
lentas y frías no dormirán.
La libertad de esta alma llena en libros no descansa, y tu recuerdo fijo se borrará
Dile adiós a mi mirada de modestia, dile adiós a mi mente
y soledad; Reviviré en esas noches inconclusas,
reviviré y tendrás que imaginar.