El día se hace noche pero sin sueño, en este pequeño confesonario
Rezando estrofas de salmos, susurro en silencio recitando mi breviario
Silencio solo cortado, por intervalos de contrición y de pecado
Pasan por mi corazón muchas horas de oración contrita frente al Sagrario
Pasan por mi corazón, humanas debilidades y actos de desagravio
Tribunal donde el pecador que se acusa arrepentido, sale perdonado
Fluye a través mío un río de pecados, y de gracia en sentido contrario
Desde mi lugar privilegiado, contemplo el amor fluyendo del Calvario
Por este Cristo sufriente y solitario, perdono con un perdón prestado
Recibo a todos, encarnando un piadoso Cristo paciente y hospitalario
Y ayudo a todos a recomenzar su lucha, del día a día rutinario
Misterioso ministerio de amor misericordioso del Crucificado