Aquel perdido jardín de los ayeres
Me envuelve tempranamente
Cada añil madrugada…
Aquel inasible Tiempo que se blinda
En cerrojos de herrumbre cultivada
Saben a vos
Amor muerto
Que aún sangra
Noches cóncavas y convexas
Que encierran misteriosamente,
Este corto lapso que es la Vida.
Infinito ocaso de historias vividas
Que aguardan inundarse en el Universo
De razones, sin medida…
Patricia Aznar Laffont