arturo maldonador

¡TU SERRANÍA!

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¡TU SERRANÍA!

Montes, valles, volcanes y cañada,
están reunidos en tu orografía.
También un manantial
de agua subterránea,
donde lo sediento se me quita.
mientras la boca aprende a caminar
por la epidermis de tu tierra.

En la lejana adolescencia,
frente a mí, despiertan desde entonces
dos montañas que en escalar soñaba:
Talapón y Tláloc.
El calendario, muchos días deshojó,
entre tanto, el deseo crecía.

Llegó el momento,
era media noche,
cuando emprendí la peregrinación
a tu serranía,
matizada de flores silvestres,
de rocío, de humedad
y de parajes para mí desconocidos.

Desde entonces, como ahora,
con la misma devoción,
camino por tu geografía.
Mil flores de formas y tonalidades diferentes,
tus árboles que me abrazan y me oprimen.
El terciopelo de tus pastos
que me sirve de descanso,
y esas elevaciones
que durante la fuerza de la juventud,
escalé y dormí entre ellas.

Hoy, desde el goce de sus cimas,
contemplo la luna menguante de tus ojos
mientras los latidos
semejan clamorosas voces
de la madre tierra,
común origen de todos
y de cada quien.

Te pertenezco, tierra mía,
y aunque me separo,
cuando se levanta el pie
para dar un nuevo paso por el suelo,
vuelvo a fundirme en tu superficie.

Viajo así, por toda la cordillera.
La sed física que llega,
se satisface con el venero de tu boca
y la del corazón, al beber en el remanso
guardado en la cañada.

En la quietud, asidos de la mano,
las células en mutuo contacto.
Almas que se funden,
sintiendo la energía que fluye
y da la vida en cada cuerpo.

Se percibe este silencio
con tu respiración acompasada,
en tu desnudez,
mientras dormitan los volcanes.
EL POETA  DEL AMOR. 23-10-09.
CUERNAVACA, MORELOS.