COMO UNA RAÍZ QUE ABRAZA
Patéticas voluntades,
con razones de cartón.
Arrítmico diapasón,
que distorsiona los sones,
que emanan del corazón.
Pírrica victoria henchida,
de melodías perdidas,
en un combate feroz.
Agridulces sinsabores,
que ensombrecen la razón.
Orgánicas alegrías,
como fatídicas cuitas,
revestidas de dolor.
Deambula el ser sin premura,
sopesando la andadura,
que le arrastra sin cesar.
Fanático pulular,
por la senda ensombrecida,
de penurias y pesar.
Vacilante caminar,
por una senda ficticia.
Jilgueros en el alero,
que desafiando a los cielos,
no detiene su piar.
Canto de irisados tonos,
de polícromos matices.
Canta porque debe ser,
la razón que le realice.
Rompe la ola la roca,
con su ímpetu imparable.
Parte el rayo la raigambre,
del tronco que la sustenta.
Parte la vida la senda,
por donde se arrastra el Hombre.
Ni el dolor ni la tristeza,
logran borrarle su nombre.
Alazán de negra estampa.
Negra perla de azabache.
Cabalgadura indomable,
embebida de su fuerza,
de belleza inenarrable.
Respirando libertad,
mueve sus crines al viento.
La nobleza en las estatura,
en la sangre y en los huesos.
Amor que nace y presume.
Valor que crece y se funde,
con el hálito del alma.
Como un sólido perfume,
que las entrañas empapa.
Vida de raíces profundas,
que en la realidad se arraigan.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
28/06/2019