El punto de partida
es punto de llegada.
Camino circular, en sombras.
Es el \" yo \" que eternamente
permea el \" tú \" que no existe
en la misma dimensión.
Camino interno del inicio y la llegada:
estás en el mismo lugar por siempre.
Espejo mágico de ese yo
que espera con ansiedad el tú
en el punto desconocido del hoy
para emprender el viaje del nosotros.