Carlos Eduardo

M A R Í A - D A N I

 

Aún la recuerdo, se  grabó,  tal vez, para siempre en mí.

 

su sagacidad natural, su fina ironía, su intensa vida, su temprana muerte.

 

Valiente, ¿cómo olvidarla?, su poesía principalmente, sus preguntas, su participación constante

 

en todo y la comunidad.

 

Su total belleza.

 

Te fuiste irremediablemente a las alturas del espíritu

dejando una huella marcada a fuego en mi ser

que grandioso el que hayas nacido

y pudiese ese poco tiempo

sentir tu inmensa luz.

 

Habrá montañas de poetas cruzando estas sendas detrás tuyo,

eras la vanguardia y la retaguardia,

el pelotón de fusilamiento: flores lanzabas hiriendo hasta la médula, eran esencias sutiles.

 

Adiós amiga entrañable.

 

Q.E.P.D.

Requiescat in pace (R.I.P)