Primero;
siento opresión,
mis costillas abrazan fuertemente a mis pulmones,
exprimen su esencia;
y yo lanzo un suspiro.
Segundo;
siento frío,
un frío helado, me recorre de pies a cabeza,
congela mi garganta
y rompe mi voz.
Tercero;
siento gotas caer del cielo
sangrantes, palpitantes
reposan y mueren,
en el valle desolado
de mis temblores.
Cuarto;
siento una explosión,
el exterior deja de existir,
el cielo se parte,
su cara se destapa
y llena el vacío
que la bala dejó
al traspasarme.