M.B. Franz

La chica de la cocaína en Milán

Te gusta el humo
del cigarrillo
al despertar
y whisky
en el desayuno
cuando él se va
compraste un yate
y fuiste a Grecia
para cortarte las venas
no contaste con
que lo perderías todo
tu voz da vueltas
te llaman cualquiera
fuiste ilusa
y tu corazón estalló
drogada y dormida
dentro del closet
te levanto
y el polvo se derrama
de tu falda
nuestro amor duele
vamos descarrilados
al infierno.