Yo tampoco he sabido sentirme mejor,
mis días azules también pesan,
las tardes son cortas y eternas.
Yo también he encontrado el tedio de los días libres
que no tienen alas,
días que no vuelan,
días que te amargan.
También he sentido el pasar del tiempo que no entretiene
el quererlo todo y no querer nada,
el miedo y la desesperanza.
Me haces falta.
He vuelto a tener 15 años
soy ingenuidad y esperanza,
me veo a mi misma de espaldas,
frente a un gris cielo,
en la punta de una fría montaña.
Te extraño.
Antes me iba de mi misma,
y ahora te vas tú,
y vuelves y vuelas,
y parece que vienes y te alejas.
No sé si podamos compartir el peso de la nostalgia.