Bolívar Delgado Arce

A LOS 100 AÑOS DE LA MUERTE DE MEDARDO ÁNGEL SILVA

          SE VA CON ALGO MÍO...


Se va con algo mío la tarde que se aleja...

mi dolor de vivir es un dolor de amar

y, al son de la garúa, en la antigua calleja,

me invade un infinito deseo de llorar.

 

¿Que son cosas de niño, me dices?... Quién me diera

tener una perenne inconsciencia infantil,

ser del reino del día y de la primavera,

del ruiseñor que canta y del alba de abril!

 

!Ah, ser pueril, ser puro, ser canoro, ser suave-

trino, perfume o canto, crepúsculo o aurora-

como la flor que aroma la vida... y no lo sabe,

como el astro que alumbra las noches... y lo ignora!

 


                       DESPUÉS...

Se extinguirán mis años, ardiendo como cirios

a tus plantas; las rosas

de mis ensueños, mustias por los días,

regarán a tus pies, sus difuntas corolas.

 

Y habrá un sol que ilumine

mi cuerpo -ya sin alma-, negra copa

vacía de una esencia de infinito... y el sueño

será definitivo...

 

!Pero, entonces, tú sola,

releyendo los versos en que me llamo tuyo,

mis besos, hecho llanto, sentirás en la boca

y escucharás, de súbito, reteniendo tus lágrimas,

una voz que te llama, despacito, en la sombra!

 


   DIVAGACIONES SENTIMENTALES

Princesa de los ojos floridos y románticos

que vierten una suave luz purificadora,

por quien deshojo todos los lirios de mis cánticos

y hay en mis negras noches esplendores de aurora;

 

sé que tus manos leves no estrecharán las mías,

ni probarán mis labios lo dulce de tu boca;

que por el lago azul de mis melancolías

no pasará tu esquife blanco de reina loca;

 

y, sin embargo te amo desesperadamente

y como un ciego voy tras tus amadas huellas;

o elevo mis canciones, como un niño demente

que alza las manos para alcanzar las estrellas!

 

 

De: \"El Árbol del Bien y del Mal\"