No es para mirar seguido
la mirada de tus ojos
que por mirar he sentido
del corazón, los cerrojos.
No es para mirar seguido
ese clamor de pupila...
En la noche es estallido
del lucero que vigila.
La mirada de tus ojos
empañan hasta mi espejo
con bríos y los arrojos
al conocer tu reflejo.
Que por mirar he sentido
el agua mucho más clara
(A pesar de aquel olvido
de lágrimas en mi cara.)
Del corazón los cerrojos
para que nadie me viera
al abrazar los despojos...
¡Tan alegre pareciera!
Amalia Lateano
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