Esa luz de medianoche
que brilla como un lucero,
son los ojos de mi amada
cuando me dicen te quiero.
Al asomarse al balcón
para mirar las estrellas,
sale la luna a decirle
tú eres más bella que ellas.
Sonríe tan dulcemente
que podría enamorar,
al sol cuando se pusiera
detrás del viejo pinar.
Sus besos pura dulzura
son caricias en el mar,
al acercarse las olas
esa playa a visitar.
J. Piñeiro