Voy a cantar en la orilla del río. Tu estás loco vas a asustar a los peces. En vez de cantar mejor que reces. Y reservas tu fuerza para el amorío. Pues ayer canté una serenata. Bajo un balcón y no tiraron macetas. Eso es porque las chicas eran caretas. Por eso les puede dar la lata. Pues yo canté con la tuna. Y fuimos siempre triunfantes. Aunque nunca fuimos galantes. Ni tampoco ganamos una fortuna. S Me gusta cantar porque no soy mudo Cada uno presume de lo que tiene. Sé de uno que no sé como se mantiene. Había uno que sabía cantar pero era rudo