Julio Noel

El puente se mira eternamente en el espejo

El puente se mira eternamente en el espejo

de unos transparentes cristales que nunca paran,

que siempre son los mismos y siempre son distintos,

que siempre reflejan su misma y distinta cara.

Sus hechizados ojos con parsimonia miran

el persistente fluir de las cristalinas aguas,

que en su corriente se llevan los sutiles sueños

a lejanos territorios de verde esperanza;

impertérritos contemplan el curso del tiempo

que bajo su perdurable imagen fluye y pasa,

sin que una milagrosa mano lo detenga

en su loca carrera, febril y atormentada.

Bajo él pasa el viento, pasa el dolor... y las penas,

pasa el tiempo, pasa la vida y fluyen las aguas,

bajo él pasa toda nuestra efímera existencia

y permanece su eterna imagen reflejada.