Regreso, ayer viví la noche del amor,
todavía hay una extraña sensación,
como que no soy yo, sino otra persona,
lo mismo que veo cotidianamente,
ésta mañana, lo siento distinto.
Si, fue un sueño, largamente esperado,
pasé un tiempo de sosobra y soledad,
qué es simple latido, en la inmensidad,
habrá acaso verdad aclaratoria,
porqué me toca vivir la experiencia?
Si así fuera, no quiero conocerla,
porque es y no es, cambia a cada momento,
ves los parpadeos de una situación,
más es un viaje de rumbos distintos,
y las emociones quieren seguirlo.
Un proceso instantáneo, no lo alcanzas,
como oleaje, sin distinguir las olas,
un mar revuelto, agua en movimiento,
no sabes dónde termina una, y es la otra,
lo cierto, cada quién, a su manera.
Los procesos, con gusto o con disgusto,
los unos, imbricados en los otros,
en este viaje, que sigo sintiendo,
llega hasta mi, una pauta de reflexión,
sabiduría, no toma partido.
No sé cómo hacerlo, aquella me falta,
veo, en la experiencia ajena, mi reflejo,
estás pidiendo todo, no das nada,
qué bien lo que te pasa, es crecimiento,
comprende, cada persona en su mundo.
También tú, tienes el tuyo propio,
simple ocurrencia, que ella esté en el de ti,
si el destino los acerca en un tiempo,
éste, ni latido de la eternidad,
más si están de acuerdo, gozenlo los dos.
Sólo es eso, lo que acabas de vivir,
la vida es vivir, de instante en instante,
gozarás el suspiro de estar aquí,
no formes lazos, el alma, es libertad,
sufrimiento llegas, cuando te apegas.
Así tu sufres, sosobra y soledad,
dalo todo, sin esperar a cambio,
el universo llenará tu vaso,
siempre tendrás amor, nunca faltará,
lo que acabas de vivir, sea el principio,
del camino que todavía recorres,
el del amor y sentirás que viajas.
El poeta del amor. 01-07-19.
Cabo San Lucas, BCS. México.