Una sonrisa me cautivó
se detuvo en mi mirada
yo feliz, ilusionada
el amor floreció.
Había brillo en su mirada
en cómplice picardia,
dulce sentimiento nacía,
y..., hacia mí caminaba.
Las palabras sobraban,
tan solo la sonrisa bastaba
el corazón a todo galope...
del mundo me olvidaba.
La emoción no se detiene
en la mano que sostiene,
percibiendo un ligero golpe
y aquí me tienes.
©Mirna L. Carranza Archila