Por la Comarca, he visto a un extraño Poeta
que le gusta jugar ajedrez bajo la lluvia,
algunos piensan que sus huellas
son un algoritmo para el extravío;
un navío sin brújula,
y que solo sabe embravecer a las aguas
de un mar en aparente calma.
Yo le he visto descender al inframundo
pero también, conquistar a las alturas.
El ha sido como un niño sobre el piso
intentando sentir la textura de cada
piedra del universo.
El Poeta, ha cruzado líneas imaginarias
que apenas aspiran al grado de neblina
pero que otros vislumbran como impenetrables.
El es también una Moneda echada al aire
con intenciones de flotar en tiempo infinito;
un Genio de Lámpara cumpliendo sus propios deseos.
Me consta verle resurgir de entre sus propias cenizas,
alguna vez pensé que el Ave Fénix era solo un mito,
pero el Poeta me mostró todo lo contrario.