¿Y si no fuera suficiente mi felicidad,
para devolverte un solo día de sol?,
uno solo de esos días que tu primavera
les ha obsequiado a mis inviernos…
¿Si no fueran suficientes mis mareas,
para nivelar las playas de tu continente?,
para devolverte este equilibrio que me deja
el vaivén de tu oceánico cuerpo de sirena,
mientras tu oleaje va rompiendo con mis costas.
¿Si no fueran suficientes mis tormentas,
para regresar la calma que tu paso me ha traído?
esta paz sin condiciones que me deja renacer
entre tus manos, cuando amanece a iluminarme,
el bendito, hermoso sol de tu sonrisa…
¿Y si no fuera suficiente mi alegría
para engendrar todas tus risas?
¿Si mis corrientes no te arrastran?,
¿Si mis lloviznas ya no te hicieran florecer?...
Por lo menos deja que estos versos,
recitados en tu oído, le den consuelo
a mis sentidos, mientras te gritan que te quiero.
Mientras, gota a gota te transformas en olvido,
mientras golpe a golpe, voy rompiendo
los recuerdos de un futuro que nunca llegó…
Mientras caigo en espiral hacia ese infierno,
y mis ojos y mis manos te persiguen por las nubes,
sin siquiera la esperanza de fluir en tus estelas,
en los fugaces trazos de tu ruta celestial.