alupego (Ángel L. Pérez)

SOLEDAD QUE ME ACOMPAÑA

SOLEDAD QUE ME ACOMPAÑA
 
Luminosa soledad,
que te escondes temerosa.
Vestida con la verdad,
que cautelosa te asomas,
a la inmensa oscuridad.

Soledad que se conmueve,
embebida en su autoestima.
Con el pánico asomando,
entre infinitas rendijas.
Soledad para saberse,
saborearse sin prisas.
Entre sombra y claridad,
la reflexión y la duda.

Macera el tiempo y caduca,
el temor que le perturba.
Y la claridad se adueña,
de ideas y fantasías.
Y en el interior del lago,
donde se bañan las cuitas,
la voz se queda por dentro,
en el centro contenida.

Soledad que me acompañas,
entre las sábanas frías.
Deleitándose en los sueños,
de imaginarias desdichas.
Paz que acompaña a la calma,
con la emoción que la mima.
Soledades de trincheras,
donde se abrasa la vida.

El tiempo al tiempo se abraza,
entre guedejas de prisa,
conquistando cada poro,
de las esencias perdidas.
Soñar con el cielo abierto,
con la lucidez de guía.
El poder de la consciencia,
se aleja de la agonía.

El influjo de la Luna.
La ejercitada paciencia,
sobrenadando sin prisa.
Unos pensamientos vienen,
otros se alejan deprisa.
Como un bálsamo se oyen,
las voces entre las tripas.
Y nadando en el cerebro,
se regodean las ninfas,

La soledad cura el alma,
si se somete a la estima.
Firmadas las condiciones,
que su verdad ratifican.
Lúcidas notas se oyen,
entre las cuerdas que vibran.
Afinando la conciencia,
con perfectas armonías.

Fluye la voz interior,
sabiamente contenida.
Y al salir al exterior,
nace profunda y sentida.
Verdad que vive en el centro,
con la soledad fundida.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
02/07/2019