De todos los dolores, me duelen tus pesares,
y siento tus angustias, ¡Mi patria venerada!
De libertad, quimera, la tienes destrozada,
mirando como mueren sus blancos azahares.
Escucho tus lamentos, que forman grandes mares,
y grito con el alma, de llantos anegada:
¡De todos los dolores, me duelen tus pesares,
y siento tus angustias, mi patria venerada!
Tu pálido horizonte se esconde en tus pinares,
que cubren con sus hojas la sangre derramada,
que habrá de levantarse, cantando desbocada
el himno de justicia, que dice en sus trinares:
¡De todos los dolores, me duelen tus pesares!
Autor: Aníbal Rodríguez.