Hay un temor persiguiéndome y los libros abiertos en una página sin letras
En sueño aquí en lo oscuro ese año nuevo donde quise morir
Ha sido difícil primero crecer...
Último tu amor y el caos de comprender el peso de las palabras que evocamos
Retirando al mundo por esta trayectoria
que se nos vuelve atrayente el dispensable envoltorio
En contra parte intento mirar el aire volátil dispersarse
Sí, las aventuras nos corrían por el abrigo
Y la risa por la bufanda envuelta en tu cuello tibio
Nos escondemos en la noche y salimos a caminar vagamente
Hacia cualquier cabaña inventada
Era como sonreír buscando la armonía
sacando la rugosidad del tiempo en casas viejas y ajenas
que moraban en mis sueños...
La distancia las nubes y el sol de la tarde.
Él escogió una tarde gris y una sonrisa de invierno (cuando florecían las flores)
No es que importe el gesto pero algo hay de eso
Descendemos de vértigo en vértigo hacia sueños cada vez más profundos
Por rios de miradas de cabellos de sonrisas susurrando
Superficialmente un te quiero aterrado
De ropajes celosos cada vez más vertiginosos
Hasta que el tiempo nos barre y el espanto sube
Y la dulzura queda.
Distancias para huir de uno al otro camuflados disfrazando nuestra angustia
Luego posibles futuros
Cogidos de la mano en lugares extraños o esquinas donde cruzarnos al azar
Amándonos ya sin hablar, olvidando esos barcos extranjeros donde yo
Arribaría y planetas dorados donde volverías a sonreír.
Entonces intento disfrazarme de muralla (algo tan corriente)
para sorprenderte (si no es brotar sangre)
Entonces tú te vas cuando no acabo de sorprenderme (aún)