Cada día es una alegría
confiando en nuestro Dios
como nuestro único Salvador
quien murió en la cruz
y su nombre es Jesús.
Tan lindo y hermoso
perfecto y amoroso
que en sus brazos nos cuida
y a través de los hermanos nos anima.
A seguir luchando
aunque el cuerpo este cansado,
a levantarse
y así mismo negarse.
Que tenemos pruebas
pero no más grande que su entrega,
que tenemos tentación
pero nos libramos a través de la oración.
Contándole nuestras angustias y temores
y que nuestro deseo es ser mejores,
pensando en su amor
y que él quiere nuestra entera consagración.
Confiando en su palabra
porque él es nuestra única esperanza...
Nuestra razón de vivir,
Nuestro único sentir....