SOBRE LA IGNOTA CELDA
No se acallan los gritos,
de la tenaz hambruna .
Las palabras no suplen,
y las voces no aquietan,
los sermones no frenan,
la fatal sacudida.
Y la brisa no anula,
la pertinaz sequía.
Petrificado sueño,
que fue corcel alado.
El futuro esperado,
en la fibrosas manos.
La pasión en la sangre,
bombeando la vida,
superando el pasado.
Una lucha inaudita.
No se borran las sendas,
aunque ocultas persistan.
Ni se rompen los vientos,
en la fiera tormenta.
No se pierde el camino,
si se sigue la senda.
Y la vida no es otra,
sino la propia vida.
Kamikazes sin rumbo,
con el ego en las venas.
Suicidas de lo ajeno,
que arrebatan la vida.
Arrogantes sin título,
de insaciable codicia.
Mequetrefes sin alma,
con la razón perdida.
Van derramando aromas.
Con cada paso driblan,
las pesadas certezas.
Las nítidas esencias,
se pierden en la grietas,
que deja la mentira.
Como la voz se rompe,
cuando la pena asfixia.
Las luces se apagaron,
sobre la intensa niebla.
Se detuvo la brisa,
en la profunda sima.
Se cerraron los ojos,
de la querida Luna.
Y una atmósfera densa,
se poso en la conciencia.
La memoria fue frágil,
en la helada mazmorra.
Cuando la mente sueña,
y la verdad rebota.
En hilachas de vida,
sobre la celda ignota.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
04/07/2019