Rafael Escobar

\"MILAGROS DE AMOR\"

 

La miré por la tarde meditando

en un banco del viejo monasterio,

a su rostro, con bello rasgo hesperio,

blanca nube lo estaba  circundando.

 

Observé su figura que flotando

se perdía en incógnito hemisferio;

parecía salir de un cautiverio

que a su vida tenía marchitando.

 

Le pregunto por qué tan abstraída

en los muros musgosos del convento;

y me dice sonriente, y decidida:

 

Fui novicia y cambié de pensamiento;

por el fuego de amor con luz prendida

que ilumina del alma su cimiento.

 

Autor: Aníbal Rodríguez.